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Tips para limpiar un diamante en casa

Cuando adquirimos un diamante queremos que nos dure igual de hermoso y brillante que el primer día aunque ya hayan pasado varios meses o años desde que lo compramos aquí te decimos cómo hacerlo
Ya sea que tu diamante haya llegado a ti como un obsequio o porque te lo compraste para consentirte, la idea es que siempre esté bello y resplandeciente en todo momento. Por eso, hoy te damos algunos consejos para que lo mantengas en perfecto estado.
 
Primero lo primero

Es normal que con el uso y el paso del tiempo los diamantes pierdan un poco de su brillo. Lo primero es estar consciente de que las actividades de la vida cotidiana son factores determinantes para que el polvo y la suciedad se acumulen en la superficie de un diamante montado en una joya como un anillo, por ejemplo.

Actividades tan sencillas como maquillarte, peinarte, lavar los platos o las manos (y hasta el toque de un dedo), tienen como consecuencia que las partículas de sudor, químicos o jabón se adhieran a él, evitando que la luz lo traspase correctamente y lo haga lucir opaco.

Para que tus diamantes no pierdan su brillo, es recomendable que los lleves con tu joyero de confianza para que les dé mantenimiento al menos cada seis meses pero, si prefieres hacerlo tú mismo, sigue los siguientes consejos.

Antes… unas precauciones generales

Las siguientes recomendaciones aplican para joyas de oro con diamantes o para un diamante no montado.

No debes llevarlas a cabo si tu joya tiene perlas o alguna de las piedras está floja (en ese caso sí debes llevarla a la joyería de inmediato para su reparación).

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Ahora sí…

Sabemos que jamás se te ocurriría lavar tus joyas con diamantes directamente en el lavabo y, mucho menos, sin haber tapado el desagüe. Aún así, te diremos que consideres utilizar un recipiente que contenga tu joya y evite caídas o pérdidas innecesarias.

Una vez dicho lo anterior, es momento de que aprendas cómo debes limpiar tus preciosos diamantes en la comodidad de tu hogar siguiendo los consejos del Gemological Institute of America (GIA).

- Una vez a la semana sumerge tu diamante durante la noche en un limpiador líquido para el hogar mezclado con agua.

- A la mañana siguiente, retira el diamante y tállalo cuidadosamente con un cepillo de dientes suave y limpio (un cepillo nuevo reservado exclusivamente para limpiar tu diamante). Lo anterior con el objetivo de eliminar cualquier resto de suciedad.

- Ten especial cuidado de cepillar la parte inferior del diamante, porque esta área tiende a recoger una gran cantidad de aceite y suciedad.

Las instrucciones anteriores mantendrán tu diamante chispeante, pero también debes tener en cuenta lo siguiente:

- Evita soluciones dañinas como el cloro o los abrasivos (como limpiadores domésticos o pasta de dientes). Estos nunca deben utilizarse cuando se limpian diamantes, especialmente los que se colocan en joyas. Estos productos pueden erosionar algunos de los metales utilizados a menudo en los ajustes de diamante y pueden aflojar las puntas o, incluso, disolver el metal completamente.

Hazlo aún más fácil

Existe una manera aún más sencilla para que limpies tus diamantes y que te servirá para otro tipo de gemas, incluso para perlas. Se trata de un agente limpiador especialmente creado con la finalidad de limpiar tu joyería y que los diamantes y otras piedras preciosas recuperen su lozanía

La manera de utilizarlo no podría ser más simple:

Sólo debes colocar tu joya en una charola, sumergirla en el agente limpiador durante 60 segundos, sacarla, enjuagarla con agua limpia, secarla con un paño suave ¡et voilá, disfruta de su brillo! 

¡Consíguelo en tu sucursal más cercana!

Finalmente, recuerda que aunque limpiar tu diamante regularmente en casa es algo favorable para tus joyas, no debes dejar de lado el hecho de que debes llevarlo con un profesional periódicamente, quien utilizará métodos más avanzados y dejará tu diamante como nuevo.

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